Sobre los deberes, con Cicerón | Preguntando a los clásicos #6
Comportarse con honor
«…si bien la filosofía entera es fructuosa y fecunda y ninguna parte de ella es baldía e improductiva, en ella ningún tema es más fértil ni más fructífero que el de los deberes, del que se extraen normas para vivir de modo estable y honorable». — Cicerón
Bruto terminó con el dictador, no con la dictadura. El poder seguía concentrado en unas pocas manos. Marco Antonio, Lépido y Octavio se repartieron los poderes de Julio César. De entre los tres, sería Octavio quien se convertiría en el primer emperador del Imperio.
Cicerón, antes de ser asesinado por los secuaces de Marco Antonio, escribió una última obra dedicada a su hijo. En las líneas de Sobre los deberes inmortalizó las normas éticas para ser buen ciudadano y buen gobernante.
Han pasado más de 2000 años y la vida honorable propuesta por Cicerón se encuentra en peligro de extinción. Hoy, de cada deseo se exige un derecho. ¿Qué tal si empezamos por cumplir nuestros deberes?
«Ningún aspecto de la vida —ni en los asuntos públicos ni en los privados, ni en el foro ni en su casa, ya actúes tú solo, ya en empresa común con otro— puede estar libre de deber».
Comportarse con honor
El comportamiento honorable surge de cuatro lugares: (1) la búsqueda y el uso de la verdad, (2) el cuidado de la sociedad y la lealtad, (3) el ánimo elevado y (4) el orden y la moderación.
Sabiduría. Nace del deseo de aprender y saber, deseo por el que todos nos vemos arrastrados. El camino está repleto de obstáculos. Cicerón señala dos. (1) Sin reflexionar, damos por conocido lo desconocido, ignorando nuestra propia ignorancia. (2) Dedicamos nuestro esfuerzo y atención a cuestiones oscuras y prescindibles. «Toda alabanza de la virtud se basa en la acción». Uno puede perderse en abstractas teorías olvidando que vive en la práctica.
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