Entras constantemente a Twitter para estar al tanto de todo. Buscas lo último. Te mueve la profunda ilusión de encontrar esa idea que mejore tu entendimiento del mundo. Punto extra si eres el primero en descubrirla, así podrás enseñar con orgullo la medallita del pionero.
Lo nuevo no ha pasado el filtro del tiempo. Con el autoengaño por bandera, crees que tienes el criterio para saber lo que perdurará. La historia te juega una mala pasada. A posteriori todo parece evidente y los puntos conectan. La vida se vive hacia delante pero si esperas a que todo encaje, ya no será novedad.
Las barreras han caído. Un chaval de 22 años puede contarte cada viernes sus movidas. Agradezco la oportunidad pero intuyo también la amenaza. Si yo puedo, cualquiera puede. Sin restricciones, la información aumenta exponencialmente.
Lo importante se diluye en un mar de irrelevancia. El creador piensa que su obra aporta algo único y la mayoría solamente alimentamos con más ruido el ya elevado griterío. El reto es identificar la señal.
El filtro del tiempo
La hazaña, similar a encontrar agujas en un pajar, empieza por elegir aquellos lugares con más señal por cantidad de ruido. El filtro, aunque imperfecto, aparece como solución. La mayor parte de la historia ha sido enterrada por el paso del tiempo. La información superviviente, que ha resistido el implacable avance de Cronos, contiene más señal por cantidad de ruido. El filtro de supervivencia del mundo de los memes: si eliges un libro al azar de hace más de 20 años que se siga editando, tienes mayores posibilidades de encontrar información relevante que si eliges un libro al azar de entre todos los que se publican ahora mismo.
Los atajos, aunque útiles, son siempre imperfectos. Conoce sus límites para anticiparte a los errores. Con el filtro del tiempo, no encontrarás información sobre los últimos avances tecnológicos y científicos. Quizás aquello que hoy están en boca de todos, sea irrelevante en unos años. O quizás no. Dos caminos y muchos intermedios. ¿Dejas que el tiempo haga por ti el trabajo o “estás al día”?
Consciente del riesgo: lo nuevo es un pajar en el que escasean las agujas, emprendes la búsqueda. ¿Seguirá esta información siendo relevante en una década? La pregunta que, acompañada del pensamiento crítico para juzgar la calidad de las ideas, te ayudará a detectar la señal.
Las noticias
Las noticias tienen un sistema de incentivos perversos. Su objetivo ya no es proporcionar información relevante, sino capturar tu atención. El modelo de negocio de estas plataformas, basado en publicidad, enquista el problema: a mayor tiempo del usuario en la plataforma, más publicidad y mayores ingresos. No importa que en 3 días la información deje de ser relevante si tú vuelves mañana a refrescar el feed en busca de un nuevo chute de novedad.
Lo noticiable no representa la realidad. La mayor parte del tiempo, el mundo es normal y aburrido. Con optimismo no capturas la atención del público. Lo negativo llama más la atención y los medios lo saben. Utilizan la rabia, el miedo, la tristeza y el disgusto; entierran la neutralidad y la alegría1. El problema está en el sistema. Los titulares negativos aumentan el número de clicks y el modelo sigue dando coletazos. Buscar la señal en las noticias es misión imposible. Asume la derrota: no necesitas estar al día de todo; deja que el tiempo filtre la señal.
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Me ha gustado mucho, Sergio, muchas gracias. He dejado programada para mañana mi segunda edición de la newsletter, pero te prometo que tras leer tu texto me he planteado la siguiente pregunta:
¿Estaré aportando valor o simplemente añadiendo más ruido?
Maravilloso, como siempre, te diré, aportar valor no sé qué es exactamente, pero si con tus reflexiones nos obligas a pensar y cuestionarnos cosas, tu aportas valor chaval.