Descubre tu ignorancia
Antibiblioteca, el mapa no es el territorio y círculo de competencia
El golpe que te tumba es el que no ves venir. Tu conocimiento es frágil. Tu experiencia, limitada. Basta una sola prueba para hacer saltar por los aires lo que conoces. Refutación. Un solo cisne negro y podrás afirmar que no todos los cisnes son blancos.
Soy Sergio San Juan. Estas leyendo Aprendizaje Infinito, una newsletter semanal donde aprender cada viernes.
El mapa no es el territorio. El espacio entre lo que sabes y la realidad, el caldo de cultivo perfecto para Cisnes Negros. Cisne Negro: suceso raro con un impacto devastador que explicarás mirando hacia atrás. Inventas una explicación aunque no la tenga. Antes de aceptar tu incapacidad para predecir lo incierto, prefieres el ficticio control que te da la ilusión de comprender. A posteriori todo el mundo entiende. Sin saberlo, pagas un precio por sentirte seguro, te vuelves frágil frente a lo desconocido.
La humildad de quien sabe que le falta mucho por conocer es el antídoto frente a la arrogancia del ignorante. Te tomas demasiado en serio lo que sabes. Lo que desconoces, mucho más importante, lo olvidas. No deberías olvidar el golpe que te saca del juego.
Antibiblioteca
Taleb en El Cisne Negro recoge la idea:
"Los libros leídos tienen mucho menos valor que los no leídos. Nuestra biblioteca debería contener tanto de lo que no sabemos como nuestros medios económicos, la hipoteca y el actual mercado activo, competitivo y con esa escasa variación de precios de la propiedad inmobiliaria nos permitieran colocar. Acumularemos más conocimientos y más libros a medida que nos hagamos mayores, y el número creciente de libros no leídos sobre los estantes nos mirará con gesto amenazador. En efecto, cuanto más sabemos, más largas son las hileras de libros no leídos. A este serie de libros los vamos a llamar antibiblioteca".
El sabio, consciente de sus limitaciones. Los libros sin leer, su recordatorio. Define tu círculo de competencia. Ten claro lo que sabes y lo que no. Localiza los límites de tu propio conocimiento. Cuanto más sabes, más te das cuenta de lo poco que sabes. Sócrates, el más sabio de la Antigua Grecia, el único consciente de su propia ignorancia.
No hace falta ser un genio. Ser honesto contigo mismo, sí es condición indispensable. ¿Qué conoces? Será más fácil acertar en este lugar. ¿Qué desconoces? No tienes ni idea. Acércate con la curiosidad del niño, con el buscar distinto del flâneur.
Escribo para saber, no porque sepa. Es en el proceso, donde me acerco a comprender. Es en el proceso donde encuentro las lagunas y defino mi círculo de competencia. El papel, más difícil de engañar que la memoria, es mi fiel aliado. Escribo como forma de destapar mi propia ignorancia. Veo mis límites y, en cada edición, trato de ampliarlos. Da igual cuando leas esto. No te subas a la parra. Te queda mucho por conocer.
Sergio -.
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Gracias por leer Aprendizaje Infinito.
Hace relativamente poco llegué a esa conclusión: escribo para pensar mejor. Ahora muchos bloqueos han desaparecido.