“Porque a todo el que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”. Evangelio de Mateo
En la edición de esta semana escribo sobre el efecto Mateo, una buena explicación a la distribución desigual de resultados del mundo en el que vivimos.
Hola, soy Sergio San Juan, un aprendiz de por vida.
Bienvenido a mi espacio personal, donde cada viernes seguimos jugando al Aprendizaje Infinito.
El Efecto Mateo
El Efecto Mateo explica por qué el mundo está lleno de desigualdades. Los resultados no dependen solo de tu esfuerzo, también dependen de tu posición. Tu punto de partida es determinante. Las cartas que nos reparte la vida, fruto del azar, condicionan el resultado. No elijes la familia en la que naces, ni eliges ninguna de sus derivadas: los libros (si es que leen) a los que tienes acceso, el colegio en el que estudias o lo que haces después de las clases. La lista es infinita. La idea está clara: los inicios marcan la diferencia. Tener y aprovechar al principio de tu carrera una oportunidad, te da acceso a nuevas oportunidades. El tiempo se encarga del resto. La diferencia marginal en tu mano inicial, la pequeña oportunidad al comienzo de tu carrera, puede (¡y suele!) cambiar por completo la partida.
Malcolm Galdwell en Outliers, lo explica con el jugador profesional de hockey:
“El jugador de hockey profesional comienza un poquito mejor que sus pares. Y esa poquita diferencia le conduce a una oportunidad que de verdad marca la diferencia; y, a su vez, ello conduce a otra oportunidad, que agranda aún más la que al principio era una diferencia tan pequeña, y así hasta que nuestro jugador de hockey se convierte en un verdadero fuera de serie. Pero él no empezó como un fuera de serie. Simplemente empezó un poquito mejor”.
El éxito llama al éxito. Una pequeña ventaja te da acceso a más recursos y oportunidades, que a su vez incrementan tu ventaja, que a su vez te da acceso a más oportunidades y recursos. Efecto bola de nieve. Entras en un patrón difícil de romper. Las pequeñas ventajas, con la práctica y la paciencia necesarias para beneficiarse de la magia del interés compuesto, se acumulan. Esta ventaja acumulativa, acaba creando al maestro.
La realidad es que es muy poco probable que puedas competir de tú a tú con el chaval que empezó a los tres años. Te saca (¡y siempre te sacará!) unos cuantos años de ventaja. Ha tenido, y tendrá, oportunidades a las que tú no has tenido, ni tendrás, acceso. El timing es fundamental. Hay puertas que se abren solo de forma temporal.
El empresario tiene acceso a más oportunidades de negocio que el joven estudiante. El jugador profesional de hockey, tiene más y mejores oportunidades para pulir su talento que el amateur. Belén Esteban convierte su libro en un best-seller, no porque escriba bien (posiblemente ni lo haya escrito ella), si no porque su posición le da acceso a más oportunidades que al desconocido escritor. El Leicester de Ranieri o el Villareal de Emery, son las excepciones. También en el fútbol, los grandes equipos cuentan con mejores recursos y oportunidades que el resto. También en el futbol, los resultados son desiguales.
La Ley de Pareto
Consecuencia del efecto Mateo, la Ley de Pareto explica el mundo asimétrico en el que vivimos. Una minoría obtiene la mayoría de resultados. 80/20, los valores orientativos. Unos pocos libros reciben la mayor parte de las ventas. Una minoría cuenta con la mayor parte de riqueza. Unas pocas tareas ofrecen la mayor parte de resultados. Una minoría de canales de Youtube reciben la mayoría de visitas. Pocos son los fenómenos que escapan a esta ley. La simetría escasea en el mundo actual.
En este mundo globalizado, Pareto se lleva al extremo. Los ganadores se lo llevan todo. La buena y la mala noticia es que, una pequeña ventaja mantenida en el tiempo marca los resultados. Esto no son unas líneas para rehuir la responsabilidad. Al contrario, son unas líneas para, entendiendo el reparto desigual de los resultados en el mundo, tratar de influir en ellos. ¿Cómo? Exprimiendo cada oportunidad que te brinde la vida como si fuese la última. Si no la aprovechas, podría serlo.
Gracias por leer Aprendizaje Infinito.
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