El antídoto frente al (auto)engaño
Las buenas explicaciones | El comienzo del infinito (II)
No todo vale cuando tratas de acercarte al mundo. Las primeras ideas a las que te expones, establecen tus cimientos. Elige un mal maestro y pierde los próximos 5 años de tu vida. Entiende la diferencia entre una buena explicación y una mala, y no tendrás que seguir ciegamente a nadie.
Recuerda el propósito: buscas la verdad, no una autoridad que justifique cada una de tus afirmaciones. Podrás equivocarte, ¡vas a equivocarte! No te preocupa porque sabes que es parte del aprendizaje. Cuentas con un método para corregir errores, para solucionar problemas. En lugar de rehuir el conflicto, lo buscas. Te metes en problemas porque sabes que en ellos se esconde el conocimiento. En este post sigo profundizando en las ideas de El comienzo del infinito. Es el turno de las explicaciones.
Abres el grifo y sale agua corriente. Caminas directo a la nevera y tienes comida. Pulsas un botón y puedes calentarte en el frío invierno. Te es tan familiar que lo das por hecho. Siempre hay una explicación detrás, conozcas o no su funcionamiento. Si hoy disponemos de todos estos lujos modernos es porque las buenas explicaciones, han transformado el mundo.
Malas explicaciones
“Y dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra». Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
-Génesis 1:26 - 28
Hace miles de años, junto al calor del fuego explicaba ya el sapiens su fascinante entorno. El acto creativo, guiado por la imaginación, trataba de responder las incógnitas del mundo. El conocimiento surgía - y surge - como conjetura. ¿Qué ha cambiado entonces? Del mito, donde todo vale; donde hoy es Dios al sexto día y ayer fue Prometeo a partir del barro, evolucionamos a la explicación rigurosa. El espacio para introducir cambios se reduce, eliminando las posibilidades de autoengaño. Deutsch recoge el reto: “el problema que tiene la imaginación es que crea ficciones mucho más fácilmente que verdades”. La imaginación se une a la crítica para alcanzar la buena explicación.
Buenas explicaciones
“(…) nosotros, al igual que todos los demás animales, somos máquinas creadas por nuestros genes. De la misma manera que los prósperos gánsters de Chicago, nuestro genes han sobrevivido, en algunos casos durante millones de años, en un mundo altamente competitivo. Esto nos autoriza a suponer ciertas cualidades en nuestros genes. Argumentaré que una cualidad predominante que podemos esperar que se encuentra en un gen próspero será el egoísmo despiadado”.
-El gen egoísta de Richard Dawkins
La curiosidad despierta cuando tu explicación de lo que te rodea está lejos de recoger su funcionamiento. No todo vale, las siguientes características diferencian el mito de la buena explicación. (1) Para evitar el dragón en el garaje, la explicación debe ser comprobable. La experiencia puede contradecir tu explicación. Si no puede falsarse su valor es nulo. (2) Cada detalle es importante. Que sea comprobable no basta si cuando llegan las pruebas puedes cambiar el discurso. La buena explicación hace una predicción concreta en la que cada una de sus partes juega un rol fundamental. Son simples porque eliminan lo superfluo. (3) El alcance de las buenas explicaciones es infinito. Deutsch recoge la idea: “la teoría se extiende desde sus orígenes finitos en el interior de un cerebro, hasta el infinito”. El creador de la explicación desconoce su alcance en el momento de compartir la idea. Si la explicación es buena, sus implicaciones serán enormes.
Resolver los problemas de los que Popper te animaba a enamorarte pasa por encontrar buenas explicaciones. Conocer al completo el mundo es el ideal al que aspirar. El conocimiento es infinito y es en el camino donde seguiremos progresando, como individuos, como sociedad. Lo que sabes hoy, está lleno de errores. Ten la humildad y el coraje suficientes para seguir buscando mejores explicaciones, son el mejor antídoto frente al (auto)engaño.
Sergio-.
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Alucinante que habléis de estos temas en el gym....sois auténticos!
Buena condensación de ideas, directo y al pie, como siempre.
Reconozco en esas primeras frases nuestra charla del otro día en el gimnasio, ¿es así? :)
Un abrazo