Las finanzas personales es un campo plagado de minas. Demasiado gurú que promete la libertad financiera mientras se hace rico a tu costa. Eliges al referente equivocado y terminas, con miles de euros menos, dando saltos para alcanzar una mentalidad de abundancia y conseguir el poder de la atracción. Ir a preguntar al banco sin conocimientos es igual de peligroso. El comercial te venderá los productos financieros con mayor comisión, no los mejores para tu bolsillo. En las finanzas, la honestidad brilla por su ausencia.
Hay excepciones. En los años 20, George Samuel Carlson escribió una serie de relatos sobre gestión del dinero ambientados en la antigua Babilonia. Los textos se expandieron como la pólvora y los más populares terminaron formando el libro El hombre más rico de Babilonia. La principal ventaja respecto a otros libros de finanzas es que está libre de incentivos perversos. Carlson está ya muerto y el libro no es la puerta de entrada a un embudo que alimenta un negocio multimillonario de infoproductos como el de Robert Kiyosaki o Tony Robins. Tampoco hay recomendaciones financieras ocultas a cambio de una jugosa comisión. Carlson no está en medio del libro porque no quiere (ni puede ya) venderte nada.
Los consejos de Arkad
Arkad fue un comerciante que se convirtió en el hombre más rico de Babilonia. A diferencia de los gurús financieros, compartía con generosidad sus consejos, sin cobrar por ellos y sin convertirse en el proceso en un comercial de ningún producto. La receta de Arkad no es fácil pero sí sencilla: vive con menos de lo que ganas y haz que tu dinero trabaje para ti. El primer paso es pagarte a ti mismo, ahorrando parte de lo que ganas. Si no estás en ese punto, puedes llegar allí (1) aumentando tus ingresos o (2) reduciendo tus gastos. Al recortar gastos pronto te olvidas de vivir la vida. En los ingresos está la respuesta.
«— ¡Los ingresos! ¡Eso es lo importante! —dijo Bansir (fabricante de carros tras escuchar los consejos de Arkad)—. Deseo una renta que continúe alimentando mi bolsa, tanto si me quedo sentado en el muro de mi casa como si viajo a lejanos países».
7 formas de hacer crecer tu dinero
Comienza a llenar tu bolsa
Controla tus gastos
Haz que tu dinero dé frutos
Impide que tus tesoros se pierdan
Haz que tu propiedad sea una inversión rentable
Asegúrate ingresos para el futuro
Aumenta tu habilidad en la adquisición de bienes
(1) Intenta ahorrar una décima parte de tu salario para empezar a llenar tu bolsa de dinero. (2) No confundas gastos con insaciables deseos. «Los gastos que creemos obligatorios siempre crecen en proporción a nuestros ingresos si no hacemos algo para evitarlo». Evita que tus gastos se expandan hasta cubrir tus ingresos. (3) «Lo que cualquiera de vosotros desea: una fuente de ingresos que siga produciendo, estéis trabajando o de viaje». No necesitas crear una empresa, puedes invertir en las de los demás. (4) «El primer principio de la inversión consiste en asegurar vuestro capital». «No os dejéis arrastrar por los deseos románticos de hacer fortuna rápidamente». Protege tu dinero de las pérdidas. Cuidado con las promesas de pelotazos rápidos y altas rentabilidades sin riesgo. (5) «El hombre que posea una casa propia será bendecido. Los gastos de su vida se reducirán mucho y eso hará que pueda destinar gran parte de sus ganancias a los placeres y a satisfacer sus deseos». Compra una casa. (6) «Ningún hombre se puede permitir no asegurar un tesoro para la vejez y la protección de la familia». Disfruta del presente sin olvidar el futuro. (7) «Cuantos más conocimientos adquiramos, más dinero ganaremos. El hombre que espera aprender mejor su oficio será recompensado con creces». Aprende a generar más dinero.
Las 5 leyes del oro
I. El oro acude fácilmente y en cantidades siempre importantes al hombre que reserva no menos de una décima parte de sus ganancias para crear un bien en previsión del futuro suyo y de su familia.
II. El oro trabaja con diligencia y de forma rentable para el poseedor sabio que le encuentra el uso provechoso, multiplicándose incluso como los rebaños en los campos.
III. El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo invierte según los consejos de hombres sabios.
IV. El oro escapa al hombre que invierte sin fin alguno en empresas que no le son familiares o que no son aprobadas por aquellos que conocen la forma de utilizar el oro.
V. El oro huye del hombre que lo fuerza en ganancias imposibles, que sigue el seductor consejo de defraudadores y estafadores o que se fía de su propia inexperiencia y de sus románticas intenciones de inversión.
Ahorra, invierte, protege, conoce y sé razonable.
«Si primero hubiera buscado la sabiduría, no hubiera perdido todo mi oro». — Nomasir, hijo de Arkad
No hace falta obsesionarse con las finanzas para conseguir dinero. Entiende y aplica los consejos de Arkad. Los gurús de finanzas personales tienen incentivos para complejizar todo. La mayoría buscan hacer crecer sus ceros en la cuenta, no los tuyos. Trabaja, ahorra, invierte y dedica tu atención a ideas más importantes que cómo ser rico.
Sergio-.
P.D.: Tengo la suerte de haber estudiado una carrera relacionada con las finanzas y la inversión (aunque no lo parezca estudié Administración y Dirección de Empresas en la UC3M). En La Membresía no encontrarás ninguna idea sobre finanzas personales pero sí muchas ideas para que los gurús financieros no te la cuelen. Pensando en la figura del gurú financiero, lee el apartado La ética de Nassim de la edición de Antifrágil y recuerda el sexto principio de una sociedad robusta frente al Cisne Negro. Estas ideas junto al sentido común del hombre más rico de Babilonia te ayudarán a navegar el campo de minas de las finanzas personales.
No sé quien dijo "si todos estos no fuesen tontos yo no sería rico" .Pues eso
Muy buen email, Sergio. Se agradece una visión objetiva del interés por el enriquecimiento. Hoy en día, la simple sobreabundancia de gurús financieros invitan a pensar que muchos no conocen el camino, salvo que el enriquecimiento sea a costa de sus seguidores.