Recurro al enfoque multidisciplinar de Munger para sobrevivir en este mundo complejo. Con curiosidad insaciable, trabajo duro y paciencia busco acercarme al conocimiento infinito. En el aprendizaje alejado de categorías, encuentro la diversión indispensable para continuar con la travesía. No sé de lo que escribiré la próxima semana, y eso me gusta. No me importa el origen de una idea si me acerca a entender mejor el mundo. No me importa el campo si logro resolver un nuevo problema. Busco mejores explicaciones del universo y las disciplinas son un molde que no quiero que me limite.
La especialización es la solución propuesta por el sistema. Con 18 eliges con qué disciplina comprometer tus próximos 4 años de vida. El cambio de dirección se ve como un peligro. Saltar entre ideas parece una pérdida de tiempo. Pasado Economía, hoy Física, mañana ni idea; ¿qué estás haciendo con tu vida, Sergio? Paciencia. Confía en el proceso. El mejor aprendizaje parece ineficiente en el momento. Esto es una carrera de fondo. Los puntos tardan tiempo en conectar. Si a tu curiosidad le dan igual los límites entre disciplinas, ¿para qué vas a limitarte a un solo campo del saber?
“El ser humano debe ser capaz de cambiar pañales, planear una invasión, sacrificar un cerdo, gobernar un barco, diseñar un edificio, escribir un soneto, reducir una fractura, consolar a los moribundos, recibir órdenes, dar órdenes, resolver ecuaciones, abonar la tierra con estiércol, programar una computadora, cocinar una comida sabrosa, combatir con eficacia, morir con gallardía. La especialización es para los insectos.” - Robert Heinlein
Primero las verduras, luego el postre. La sabiduría de las abuelas, recogida por Munger en su almanack, esconde un buen consejo para acercarse al aprendizaje. Primero amplitud, después especialización. Epstein lo llama periodo de muestra: pruebas diferentes cosas, aprendes sobre tus propias habilidades y te conoces. Ya tendrás tiempo para cavar en la trinchera. Antes busca en la superficie, no vaya ser que encuentres la solución.
Si quieres ser buen pensador tienes que ser capaz de saltar entre disciplinas. Te obsesiona el problema y buscas la solución independientemente de donde se encuentre. La frase de Taleb sigue resonando en mi cabeza: “Solo los autodidactas serán libres”. Munger te anima también a hacerte responsable de tu formación. Si el sistema educativo no te da verduras, quejarte no lo va a solucionar. Cultiva tu propio huerto de ideas variadas, descubre recetas para conectarlas y prepara buenos platos de conocimiento.
Lo que dejas de hacer es tan importante como lo que haces. Munger, fan de invertir los problemas, también te enseña cómo no formarte. La gente de tu alrededor tiene poco que enseñarte. No malgastes tu tiempo aprendiendo de otros. Lo de “a hombros de gigantes” está sobrevalorado. En las cavernas se vivía mejor. Si quieres fracasar en la vida, aprende solo de tu experiencia.
La sabiduría es una obligación moral. Que la idea sea sencilla es otro motivo para tomártela en serio. Cada día tienes la oportunidad de acostarte más sabio de lo que te despertaste. El juego es seguir aprendiendo cada día y, sin limitar disciplinas, es mucho más divertido. Si te especializas, que sea en encontrar la solución.
Sergio -.
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Perdón, disculpa... vaya mazazo me acabas de dar. Acabas de dar significado a mi barullo mental.
Gracias.
Tengo que asimilar todo esto.
Tener conciencia de q el aprendizaje es una de las cosas más entretenidas y divertidas de la vida ha sido de gran ayuda par mí.