«El jugarse la piel mantiene la soberbia humana bajo control».
Jugarse la piel explica la ética talebiana. Las ideas finales de Antifrágil culminan en este tratado de ética moderno.
La simetría de riesgos: asumir las consecuencias buenas y malas de tus actos, es la base del honor. No aspira este tratado a una ética universal. Los seres humanos somos sensibles a la escala. Ocúpate de tu entorno cercano y deja vivir tranquilo a los demás. La excepción es la pequeña minoría intransigente que amenaza la tolerancia y la libertad de expresión. Con esos terroristas y policías del pensamiento siempre conviene estar alerta.
Aquellos que no se juegan la piel asumen riesgos y se benefician a costa de los demás. Son intelectuales pero idiotas. Son los políticos que se enriquecen mientras arruinan a su país. Son los banqueros que salen con fortunas de la crisis. Existe un problema de agencia. Aprenderás con las ideas del segundo bloque a identificarlo para no terminar engañado por las apariencias.
Cerraremos la edición con ideas prácticas para vivir una vida arriesgada y honorable. Desde aprender con los pies en la tierra hasta sacrificarte por los demás. Ideas exigentes que cambiarán tu forma de comportarte y relacionarte con el riesgo. Ideas que, aplicadas a pequeña escala, mejorarán el mundo.