El comienzo alberga infinitas posibilidades. Desde la ignorancia y movido por la curiosidad, uno empieza a relacionarse con aquello que le rodea. La constante novedad llena las horas de estímulos, sin espacio para el aburrimiento. La falta de vicios y prejuicios permite cometer errores propios. La dificultad ofrece sus primeras lecciones a aquel capaz de reflexionar tras el fracaso. La incertidumbre todo lo gobierna. Persigue la presa el cazador ávido de progreso. Asume el reto del lienzo en blanco el creador. Amanece.
Pasan los días y uno empieza a dejar huella en el entorno que le rodea. Nada nunca volverá a ser como la primera vez. La nostalgia retornará con frecuencia a una versión idealizada de este pasado. Las generaciones futuras contarán con orgullo el mito fundacional. En esta fase temprana, uno encuentra qué alternativas merecen su tiempo o, como mínimo, descubre aquellos lugares donde no quiere invertirlo. Se empiezan a formar algunos senderos pero todavía no hay una ruta clara. Algunos errores ya son cicatrices pero aún queda espacio para fallar. Toca seguir explorando.
La repetición construye hábitos y rutinas. Uno comienza a habituarse al esfuerzo y logra solucionar sus problemas para afrontar otros más interesantes, los problemas-hijo sobre los que escribía Popper. Ya no hace falta salir a cazar para sobrevivir, ahora puedes cultivar tu comida y pronto otro podrá hacerlo por ti. El eterno presente desaparece, perdiendo su monopolio frente al mañana. La promesa de un futuro mejor otorga sentido a los sacrificios del hoy. El sol se acerca a lo más alto.
Los tiempos difíciles crean personas fuertes y las personas fuertes crean tiempos fáciles. Aunque es una aproximación simple y bastante ingenua de la realidad, creo que esconde parte de verdad. Los sacrificios de nuestros ancestros resuenan todavía en nuestra calidad de vida. Los derechos se ganaron con sangre y las nuevas tecnologías con sudor. Vivimos de las rentas de nuestros antepasados. Estamos mejor que nunca gracias a los esfuerzos del ayer. El sol brilla en lo más alto.
Los tiempos fáciles crean personas débiles y las personas débiles crean tiempos difíciles. Pasan los años y la memoria olvida con demasiada facilidad. Se empiezan a dar por hecho las cosas y se pierde el respeto por el sacrificio. Nada es gratis. El desprecio por el esfuerzo es una creencia de lujo. El cambio, al ser gradual, pasa desapercibido. Uno olvida que podría ser la rana que está siendo hervida. Al optar por la vía difícil, se detiene el movimiento pendular . Naval regala su consejo: “Si tienes que elegir entre 2 opciones, y son igual de favorables para ti, elige el camino que sea más difícil a corto plazo”. El privilegio de elegir no implica caer siempre en el camino que implique menor esfuerzo. Se puede elegir el camino difícil, se puede ser una persona fuerte en tiempos fáciles.
Se acercan las elecciones y las neuronas se van de vacaciones. La política y la ideología fomentan el enfrentamiento olvidando nuestros fines compartidos. Todos estamos en el mismo barco aunque nos quieran hacer creer lo contrario. No tiene que haber perdedores si jugamos a un juego de suma positiva. El yo tribal busca tomar el mando y personificar el problema, olvidando que la solución - y el problema - es el sistema. El peligro es acabar con todo lo que hemos construido juntos. Debemos recordar que los buenos tiempos no son gratis, debemos ser fuertes para mantener la destrucción a raya. Anochece.
A veces uno fracasará, y tendrá que reconstruir el Imperio desde sus ruinas.
Sergio-.
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Qué maravilla de texto, da gusto leer algo así. Es difícil ser fuerte en tiempos fáciles, esa es la verdad. Pero es nuestra responsabilidad aprender a ser mejores, tener más conocimiento, y aprovechar las experiencias para tomar decisiones más inteligentes, coherentes, y "antifrágiles" incluso.
Justamente hoy por la mañana, me surgía una idea similar, me cuestionaba si es necesario pasar por tiempos difíciles para ser una persona fuerte, ¿el dolor es el filtro; sin dolor no hay crecimiento? Gracias querido Sergio. Espero el próximo viernes con entusiasmo¡¡¡¡ Lindo fin de semana. Vero.