Tolstói describe en La muerte de Iván Ilich el arrepentimiento previo a la muerte:
Se le ocurrió ahora que lo que antes parecía de todo punto imposible, a saber, que no había vivido su vida como la debía haber vivido, podía en fin de cuentas ser verdad. Se le ocurrió que sus tentativas casi imperceptibles de bregar contra lo que la gente de alta posición social consideraba bueno —tentativas casi imperceptibles que había rechazado inmediatamente— hubieran podido ser genuinas y las otras falsas. Y que su carrera oficial, junto con su estilo de vida, su familia, sus intereses sociales y oficiales… todo eso podía haber sido fraudulento. Trataba de defender todo ello ante su conciencia. Y de pronto se dio cuenta de la debilidad de lo que defendía. No había nada que defender.
Nadie quiere llegar al final de su vida y arrepentirse. El miedo, acompañado de incomodidad y ansiedad, te aleja del camino difícil. Eliges la seguridad movido por la (falsa) ilusión de no pagar el precio. Lo único que haces es retrasar el coste: te ahorras el miedo presente pagando con arrepentimiento futuro.
Para la novelista Toni Morrison el éxito es cuando tienes menos y menos arrepentimientos. En el corto plazo el arrepentimiento emerge cuando no cumples las expectativas; en el largo plazo, cuando no intentas lo importante. De mayor te arrepientes de los riesgos no tomados. El remordimiento se mantiene oculto durante años, pero tarde o temprano llama a la puerta. El mayor riesgo es no asumir ningún riesgo.
¿Cómo nació Amazon?
Con 30 años, Jeff Bezos decidió abandonar un puesto seguro en la firma de inversión D.E. Shaw Group para vender libros por Internet. Nació Amazon. Minimizar el arrepentimiento le llevó a tomar la arriesgada decisión:
El framework que encontré y que me facilitó enormemente la decisión fue lo que llamé el marco de minimización del arrepentimiento.
Quería proyectarme en el futuro, a los 80 años, y mirar hacia atrás en mi vida para minimizar el número de remordimientos.
Y sabía que cuando tuviera 80 años no me iba a arrepentir de haberlo intentado. No iba a arrepentirme de haber intentado participar en esta cosa llamada Internet que pensé que iba a ser algo realmente grande.
Pero sabía que de lo único que me arrepentiría es de no haberlo intentado nunca.
Y sabía que eso me perseguiría todos los días. Así que cuando lo pensé de esa manera fue una decisión increíblemente fácil.
La historia de Jeff apesta a sesgo de supervivencia. Llega a tus oídos porque ha triunfado. Pero aunque la entendamos hacia atrás, la vida se vive hacia delante. ¿Cómo aplicar esto en tu vida? Si decides no minimizar el arrepentimiento y apostar siempre por lo seguro, vivirás una situación parecida a la de Iván Ilich. Si decides asumir el riesgo, dos extremos (fracaso estrepitoso o cumplir el sueño) e infinitos grises entre medias. Si asumes el riesgo, lo peor que te puede pasar es que fracases. Y el arrepentimiento duele más que el fracaso.
Llega el momento incómodo si compras el razonamiento, toca ponerlo en práctica. Proyéctate al futuro y mira hacia atrás, ¿te arrepentirías de vivir como estás viviendo?
Esta es una pregunta para ti, para nadie más.
El silencio y la soledad te ayudarán a encontrar la respuesta sincera. Lo siguiente es actuar acorde.
Sergio -.
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Gracias por leer Aprendizaje Infinito.
Brutal amigo, eres muy bueno escribiendo. Enhorabuena
Gracias por tu reflexión Sergio. Me siento 100% identificado y es algo que no sale de mi cabeza últimamente.