"La curiosidad es antifrágil, como una adicción, y los intentos de satisfacerla hacen que aumente: los libros tienen una misión secreta y la capacidad de multiplicarse, como bien sabe todo el que tenga estantes de pared a pared llenos de libros". - Antifrágil
Verano es buen momento para bajar el ritmo. Toca recargar pilas, alimentar la curiosidad, cambiar la rutina y tomar el sol. Winter is coming y hay que estar preparado. (Sí, estoy viendo Juego de Tronos). Aprovecharé las próximas ediciones para compartir ideas desordenadas. Le cedo el mando por completo a lo dicte mi curiosidad.
Soy Sergio San Juan. Estas leyendo Aprendizaje Infinito, una newsletter semanal donde aprender cada viernes.
Una habitación propia
Consciente de la falta de escritoras en mi biblioteca, he decidido incluir alguna para este verano. Virginia Woolf, la primera elegida, describe con su delicada pluma ese momento donde una idea se cruza en nuestro camino.
"A derecha e izquierda unas matas de arbustos, dorados y carmesíes, ardían con el color del fuego, incluso parecían desprender su calor. En la otra orilla, los sauces llorones se entregaban a su lamento perpetuo, derramados sus cabellos sobre los hombros. El río reflejaba a su capricho una parte de cielo, de puente y de aire en llamas, y, cuando un estudiante en su barca de remos terminó de surcar los reflejos, éstos volvieron a cerrarse por completo, como si nunca hubieran existido. Era un lugar perfecto para pasar las horas sumida en la reflexión. El pensamiento, por darle un nombre más noble de lo que merecía, hundió su caña en la corriente. Oscilaba de acá para allá minuto tras minuto, entre los reflejos de las hierbas; subía y bajaba a merced de las aguas hasta que - ya conocéis ese pequeño tirón - una idea se concentraba en el extremo de la caña, y llegaba entonces el momento de recoger cautamente el sedal y tender la captura con mucho cuidado sobre la hierba. Pero qué insignificante parecía ese pensamiento mío allí tendido en la hierba, como un pececillo que el buen pescador devuelve a las aguas para que engorde y algún día valga la pena cocinarlo y comérselo".
Una habitación propia cuenta con aguas en las que pararse a pescar ideas. Tiendo mi captura con cuidado sobre la hierba, esperando que valga la pena cocinarla.
(1) Lo importante se esconde en los pequeños detalles. Dividimos para entender, llegando a olvidar que todo está conectado. Razón y emoción, ambas indispensables para tomar buenas decisiones. Un entorno agradable: la cena de verano sin prisas, el caldo de cultivo perfecto para una buena conversación.
"Siendo lo que es la constitución humana, corazón, cuerpo y cerebro mezclados en lugar de contenidos en compartimentos estancos, como sin duda lo estarán de aquí a un millón de años, una buena cena es de suma importancia para una buena conversación".
(2) Ellos contra nosotros. Buscamos un enemigo al que echar las culpas. La realidad es más compleja que eso. Rara vez existe un culpable único. Virginia te advierte de lo absurdo que es culpar a un colectivo:
"Era absurdo echar la culpa a una clase social o a un sexo en su conjunto. Las masas nunca son responsables de sus actos. Se mueven por instintos que escapan a su control".
(3) Ellos y tú. Diferénciate del resto. Dale tu toque personal a lo que haces. Ya hay demasiada gente haciendo lo mismo. No seas uno más. Aprovecha las ventajas de ser diferente.
“Sería una lástima que las mujeres escribieran como los hombres o vivieran como ellos, o se parecieran a ellos, pues si dos sexos no bastan para abarcar la inmensidad y la variedad del mundo, ¿cómo podríamos arreglárnoslas con uno solo?¿No debería la educación sacar a la luz y fortalecer las diferencias en lugar de las semejanzas? Porque las semejanzas ya son demasiadas ….”
(4) Pensar es un lujo moderno. Puedo permitirme escribir estas líneas porque he nacido en el siglo XXI en un país desarrollado. No deberías olvidarlo: ¡eres un privilegiado! La carencia de esta base material es lo que da título a la obra de Virginia. Dinero para poder contemplar y una habitación propia para poder pensar por si misma, los dos ingredientes que le han faltado a las mujeres a lo largo de gran parte del pasado.
“La libertad intelectual depende de cuestiones materiales”.
Plataforma
Nadie nunca llega a ser un verdadero adulto. Con esta idea da comienzo Plataforma, una novela de Michel Houellebecq que mezcla reflexiones sobre el placer, la felicidad y el mundo empresarial. Recomendación de Cardinal para este agosto.
(1) Reflexión incómoda pero necesaria. Si tanto nos gusta nuestra vida, ¿por qué huimos de ella a la mínima oportunidad?
"En cuanto tienen unos días de libertad, los habitantes de Europa occidental se precipitan al otro confín del mundo, cruzan medio planeta en avión, se comportan literalmente como si acabaran de fugarse de la cárcel. No los culpo; yo estoy a punto de hacer exactamente lo mismo".
(2) Trabaja en silencio y construye tu foso defensivo. En un mundo donde parte del trabajo es anunciar a bombo y platillo lo que haces, Michel rescata el valor del silencio. No lo cuentes hasta que tus muros sean considerablemente altos. Desarróllate en la sombra.
"Si uno se desarrolla en la sombra, sin hacer ruido, cuando los competidores reaccionan y quieren asaltar el castillo ya es demasiado tarde: el territorio está amurallado y se ha adquirido una ventaja competitiva decisiva".
(3) A lo largo del libro, el autor nos advierte en varias ocasiones del peligro de quedar atrapado en la carrera de la rata. Como insecto en un bloque de ámbar, caes en la trampa y no puedes volver atrás. La única idea para hacerle frente que nos propone Michel: proteger el tiempo para reflexionar.
"Al cabo de dos semanas, cuando empezó a pensar en alquilar un estudio, se dió cuenta de que había caído en la trampa: ya había entrado en el mundo del trabajo".
"Estoy atrapada en un sistema que ya no me aporta gran cosa, y que a fin de cuentas es inútil, lo sé; pero no veo la manera de escapar. Por una vez, tendría que tomarme tiempo para reflexionar; pero no sé cuándo podré disponer de ese tiempo".
"Los tres estábamos atrapados como insectos en un bloque de ámbar, no teníamos la menor posibilidad de volver sobre nuestros pasos".
Cierro esta edición veraniega con el deseo de Virginia:
“Por las buenas o por las malas, espero que contéis con dinero suficiente para viajar y disfrutar de tiempo libre, para contemplar el futuro o el pasado del mundo, para soñar gracias a los libros y callejear sin rumbo y hundir la caña del pensamiento en el río”.
Sergio -.
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Gracias por leer Aprendizaje Infinito.
Necesitaba un empujoncito para hacerme con Houellebecq, mil gracias!
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