Aprendizaje Infinito
La Biblioteca Infinita
Por qué la grandeza no puede planearse | La Biblioteca Infinita #17
Vista previa
0:00
Hora actual: 0:00 / Tiempo total: -7:41
-7:41

Por qué la grandeza no puede planearse | La Biblioteca Infinita #17

Establecer objetivos ambiciosos impide alcanzar la grandeza

Los objetivos dominan nuestra cultura y nuestra vida. Kenneth O. Stanley y Joel Lehman proponen en este libro una forma alternativa de ver y vivir la vida, el amor, la educación, la innovación, el tiempo libre, la carrera profesional y cualquier otra empresa ambiciosa. Por momentos me recordó a Antifrágil.

Inspirados por la evolución natural y poniendo a prueba sus ideas en sus investigaciones sobre inteligencia artificial, estos dos ex-trabajadores de Open AI se encontraron frente a una paradoja: a veces, lo más efectivo para alcanzar un objetivo ambicioso es dejar ese objetivo de lado. La mejor forma de cambiar el mundo es dejar de intentar cambiarlo. 

Objetivomanía

Estamos obsesionados con establecer y perseguir metas concretas. Todo lo que no es un objetivo parece una pérdida de tiempo. Ocurre a nivel individual, a nivel organizativo e incluso a nivel social. Los objetivos aparecen bajo diferentes nombres y formas. Los científicos necesitan una hipótesis interesante para que la investigación merezca la pena. Los Estados aspiran a hacer crecer su PIB. Los colegios quieren aumentar la nota de sus alumnos en un test estandarizado. El consuelo (y la trampa) es ofrecer un resultado claro que permita juzgar el éxito o fracaso del proyecto. ¡Hasta para buscar pareja en una app de citas necesitas decir qué es lo que buscas! ¡Incluso los creadores y los artistas se han contagiado de esta empobrecedora visión del mundo!

Hemos olvidado cuestionar el valor de los objetivos. Partimos de un optimismo casi ciego: establece una meta concreta, trabaja muy duro y la alcanzarás. Hemos llegado al punto de desconfiar de nuestros impulsos naturales. Es antinatural tener que justificar qué hacemos o dejamos de hacer con cada segundo de nuestro tiempo. 

Esta manera de acercarnos al mundo la aprendemos desde pequeños, en un sistema educativo también encadenado a objetivos. «Caliente, caliente» conforme te acercas, «frío, frío» conforme te alejas. De mayor sigues jugando a este juego con medidas, evaluaciones y métricas que invaden cada vez más áreas de tu vida.

El objetivo es el obstáculo

Los objetivos funcionan bastante bien para proyectos simples como perder cinco kilos, leer doce libros al año o ahorrar cien euros al mes. Cuando los objetivos son ambiciosos, la cosa se pone interesante. ¿Cómo cambiar el mundo? ¿Cómo cumplir un sueño? ¿Cómo crear una obra maestra? ¿Cómo encontrar el amor? ¿Cómo ser feliz? 

La mayoría de proyectos ambiciosos tienen un componente de creatividad que los objetivos dejan de lado. Piensa en la creatividad como en una búsqueda. Te encuentras antes una gran sala (¿infinita?) con todas las posibilidades entre las que buscar. Conforme exploras la sala se van abriendo más posibilidades. La mayoría de las opciones son malas y sólo unas pocas son obras maestras. Explorando, descubres qué es posible. Caminando por esta gran sala te encuentras con piedras de paso (stepping stones): portales al siguiente nivel de posibilidades, ideas que te permiten acceder a otras nuevas ideas. 

En cualquier búsqueda ambiciosa el destino final se encuentra a varias piedras de paso de distancia. Es aquí cuando el objetivo se termina convirtiendo en el obstáculo. No puedes predecir qué piedras de paso necesitas para alcanzar ese objetivo ambicioso. Los tubos de vacío eran una piedra de paso crucial para la invención del ordenador. La bicicleta fue necesaria para el primer avión de los hermanos Wright. En el camino hacia la grandeza, la estructura del espacio de búsqueda es impredecible. 

Lo cerca que estás de un objetivo puede engañarte. (Capturas de este vídeo)

Medir el éxito en una búsqueda ambiciosa, ciega por definición a los pasos intermedios, es una mala idea. El objetivo que te promete protección frente a la incertidumbre, te aleja de encontrar las desconocidas piedras de paso. Creer que mejorar en una puntuación te acerca a lograr tu objetivo es una forma de pensar equivocada. Cada paso tiene consecuencias imprevistas. Puede que al acercarte a tu objetivo te estés alejando de conseguirlo. Para explicar esta idea voy a recurrir a la trampa china. 

La trampa china es un pequeño cilindro en el que introduces los dedos. Lo más lógico para liberarte parece tirar hacia afuera con los dos dedos. Si haces esto, la trampa te apretará con más fuerza. Paradójicamente, para conseguir la libertad tienes que hacer lo que te aleja de la libertad: apretar hacia dentro.

Trampa para dedos chinos, 4 unidades, clásicas trampas para dedos en  colores surtidos, juguete clásico de madera para niños y adultos, perfecto  para fiestas de cumpleaños : Amazon.es: Juguetes y juegos
La trampa china. Lo que te aleja de tu objetivo puede ser lo que te lleva a lograrlo.

Actuar guiado, impulsado e informado únicamente por objetivos nos conduce a comportamientos ridículos como tirar con todas nuestras fuerzas o chocar una y otra vez contra el mismo muro. Comparar dónde estás con donde quieres estar, puede ser peligroso porque desconoces el camino.

Lo que la cría de arte nos enseña sobre los objetivos

Picbreeder es una web de cría de imágenes creada por los autores del libro. Partiendo de 25 imágenes al azar, el usuario da forma a las figuras en base a tus elecciones. Como si fuera ADN, la siguiente serie de 25 imágenes son versiones con pequeñas modificaciones (mutaciones) de la elegida. Tu decisión influye en la siguiente población de imágenes, como los padres influyen en los genes de sus hijos. Por este parecido con la evolución, a esta forma de arte se la conoce como arte genético. 

Creaciones de diferentes usuarios en Picbreeder

Los usuarios acabaron creando imágenes significativas y únicas, desde un coche hasta una manzana pasando por la mariposa que aparece en la portada del libro. Las mejores creaciones las realizaron personas que no tenían el objetivo de crear esas imágenes. En cambio, quienes se marcaron como objetivo crear una imagen concreta no lo lograron. ¿Por qué? Porque al igual que en la vida, los pasos intermedios casi nunca reflejan el destino final. Quienes estaban demasiado concentrados en su objetivo, ignoraron pasos importantes para alcanzarlo. 

Los pasos intermedios no se parecen al objetivo final

Este experimento nos enseña que perseguir objetivos se puede convertir en una brújula engañosa. La alternativa es buscar lo novedoso y lo interesante. La alternativa es la filosofía del buscador de tesoros.

«Los objetivos son un pilar de nuestra cultura, pero también una cárcel en torno a nuestro potencial. Es hora de salir y descubrir lo que hay fuera». 

Esta publicación es para suscriptores de pago.