Sobre la ciudadela interior, con Marco Aurelio | Preguntando a los clásicos #5
una mente en calma
Montaigne reservó una torre de su castillo como trastienda. Allí, en el retiro en soledad, encontró la verdadera libertad. Allí, mantuvo su habitual conversación consigo mismo. Allí, se estudió a sí mismo más que a cualquier otro asunto.
La narrativa idealizada del espacio físico capta toda la atención. Te imaginas la torre, alejada del mundanal ruido y con una biblioteca de miles de libros. En las paredes, arte clásico para evocar la grandeza de los antiguos. En las vigas, aforismos de los grandes pensadores para respirar sabiduría. La cabaña en el bosque frente al lago Walden a la que se retiró Thoreau, es otra variante todavía más idealizada de esta trampa de las apariencias.
Lo esencial no es la cabaña ni la torre; lo importante, como sucede con frecuencia, se mantiene oculto a la vista. El propio Montaigne escribió en uno de sus Ensayos que la verdadera soledad «puede gozarse en medio de las ciudades y de las cortes de los reyes». Ni deseas encerrarte en la torre de un castillo, ni quieres aislarte en una cabaña frente a un lago. Lo que buscas es una mente en calma.
Estás leyendo la Preguntando a los clásicos, una sección sólo para miembros en la que conectar con la sabiduría atemporal de los antiguos.