Vivir es resolver problemas. Con el carácter, esfuerzo y suerte necesarias uno puede llegar a ganarse el derecho a elegir en qué problemas invertir su tiempo.
Con recursos infinitos no habría problema pero tu bien más preciado - los segundos de tu vida -, son limitados. La restricción es el rompecabezas. Dónde eliges estar mientras tu tiempo se esfuma es una de las decisiones más importantes que uno puede tomar. Es imposible frenar el tic tac del reloj, es una batalla perdida.
Plot twist: el límite podría ser la bendición. Así lo cree Aquiles: “Los dioses nos envidian, nos envidian porque somos mortales, porque cada instante nuestro podría ser el último. Todo es más hermoso porque tiene un final. Nunca serás más bella de lo que eres ahora. Nunca volveremos a estar aquí”. Encontré un mensaje parecido en la película Soul. Ver el final cerca es lo que empuja a Joe a dedicar su vida a lo que le gusta.
La opción por defecto prevalece la mayor parte del tiempo. El precio de mantenerte donde estás es invisible pero lo estás pagando igual. Los economistas lo llaman coste de oportunidad; tu mejor alternativa. La decisión no va de si estás bien dónde estás ahora, sino de si podrías estar mejor en otro sitio. Pocos piensan en las oportunidades desperdiciadas. El que se queda en la superficie no entiende el abandono como opción. La incapacidad de pensar en alternativas frena el cambio. A posteriori parece que todo tiene sentido: conectas los puntos y te inventas la historia para dormir tranquilo. Extrapolas linealmente el presente y crees que en dos años seguirás haciendo lo mismo. Nadie sabe con certeza lo que depara el futuro. Lo mejor es hacerle un hueco a la incertidumbre.
La palabra “suficiente” resuena en mi cabeza. Busco de nuevo el refugio del límite, esta vez autoimpuesto. Mejor no es más, mejor es mejor. Las promesas del futuro son la tentación para hipotecar el presente. El equilibrio es jodido porque queremos demasiadas cosas y no siempre son compatibles. “Suficiente” es la solución al dilema: hay un punto en el que no merece la pena el sacrifico.
Sería un error pensar que mañana cesará el diluvio. No es común actuar bien porque hay mil formas de cagarla y solo unas pocas de hacer lo que se debe. Los problemas no se solucionan por arte de magia. El incentivo perverso refuerza el comportamiento y perpetua el error. El tiempo fomenta el caos. Es difícil cambiar cualquier sistema porque la solución se esconde en el fondo. La mejora continua es una lucha constante, es el camino difícil. El buen hacer es la excepción; la decadencia, la norma.
Tener un sostén
Resuelves un problema y surgen otros más interesantes. Mi gran suerte es estar bien rodeado. Encuentro en las reflexiones compartidas mis siguientes retos.
Cuca, en una preciosa correspondencia que estamos manteniendo alrededor del tiempo, escribía:
Hoy no son pocos los que señalan la aceleración del tiempo como el problema (yo en alguna ocasión, para qué negarlo), pero considero que no es tanto la aceleración la que nos está desorientando, sino más bien la pérdida de sentido. La fragmentación del tiempo. El tiempo se mueve sin sentido, por eso dice Byung-Chul Han que el tiempo no tiene aroma, que “las cosas se aceleran porque no tienen ningún sostén, porque no hay nada que las ate a una trayectoria estable”.
Marc compartía conmigo su batalla constante:
Mi batalla constante creo que es tener propósitos lo suficientemente fuertes como para que sostengan o bien la motivación o bien la disciplina. Rara vez los siento fuertes y por eso acabo en procesos de desgana -> aburrimiento -> rechazo.
Durante el camino es donde uno se figura lo que quiere. Yo todavía no lo sé, pero prometo seguir buscando. Siempre descubro algo nuevo cuando vuelco y ordeno mis pensamientos. Me doy cuenta de lo poco que sé. Aunque simplifique, soy consciente de que el territorio nunca podrá ser capturado por el mapa. Encuentro en Aprendizaje Infinito mi sostén. Creo firmemente que aprender es un camino sin fin que transforma el mundo y yo quiero seguir disfrutándolo. No habrá parón de verano porque en este periodo donde las aguas profesionales están más calmadas, me apetece todavía más escribir. Pienso constantemente en las ideas que aquí comparto y soy consciente de que tengo un enorme margen de mejora. Voy a dedicarle cada vez más tiempo a esto. Toca pensar cómo.
Sergio-.
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Sergio,
Aprendizaje Infinito se ha convertido en mi sostén, coincido con Cuca.
Como dices ´El buen hacer es la excepción; la decadencia, la norma´ y no puedo estar más de acuerdo, por eso quiero decirte que con tu buen hacer en este espacio aprendo, mucho y eso marca un camino más que suficiente para disfrutar y tener sentido ante esta maravillosa vida. Gracias por el no parón :-)
Tu sostén ya es el de muchos de nosotros.
Gracias por ser, por estar y por compartir.
P. D.: el héroe siempre incomoda 🖤.